PALABRAS PRELIMINARES
Cuando
concurrimos a la parroquia Nuestra Señora del Pilar, visitamos algún
ser querido en el cementerio, paseamos por la plaza 12 de Octubre, realizamos
trámites bancarios, compras, u otros motivos que nos impone el quehacer diario,
no podemos evitar transitar o cruzar la calle Lorenzo López de
nuestra céntrica ciudad y, quizás, en algún momento nos habremos preguntado, ¿a
quién y porqué? responde ese nombre.
Varios han sido los méritos de este personaje para tal logro y de ello
hablaremos más adelante. En principio veremos como el desconocimiento de su
verdadera identidad hizo que en el Pilar se lo confundiera con un
pariente homónimo.
Han pasado muchos años
desde aquel sábado 12 de septiembre de 1992, fecha en la cual se celebraron las
"Segundas Jornadas de Historia del Partido del Pilar", evento
tan esperado para dar a conocer, entre otros trabajos, el resultado de una
investigación histórica y genealógica que llevó por título "El Alcalde
de Hermandad del Partido del Pilar y después Capitán del Ejército Don Lorenzo
López Camelo y sus homónimos".
Al igual que el resto de las ponencias presentadas ese día por otros
historiadores, cinco meses después nacía un nuevo libro en una imprenta del
barrio porteño de Boedo. El ejemplar, cuya portada reproducimos, fue presentado
el sábado 6 de marzo de 1993 a las 20:00 horas en el Palacio
Municipal por el Director de Cultura don José Sánchez, con la asistencia del
intendente don Jorge Telmo Pérez y la presencia de autoridades municipales,
auspiciantes, historiadores y público en general.
Hoy este medio permite reiterar ese resumen, al cual le hemos agregado
nuevos datos para enriquecer aún más la biografía de quien es considerado uno
de los máximos exponentes de la historia del Partido del Pilar.
PUBLICACIONES
EN DISCORDIA
La
recopilación de datos históricos y genealógicos en esta reseña tiene por objeto
aclarar la verdadera identidad de Lorenzo López Camelo, héroe de la
Reconquista, hacendado, funcionario y comerciante, debido a las distintas
opiniones vertidas por otros historiadores respecto a su persona. No se trata
de enjuiciar el criterio de estos investigadores, sino de demostrar que al
prócer se lo ha confundido con otros homónimos.
En realidad no son todos quienes se equivocan, hay excepciones; Udaondo (1), Piccirilli, Romay y Gianello (2), están en lo cierto. De las versiones más modernas, la explicación brindada por Madero (3) es perfecta, pero sus argumentos no fueron interpretados y distinto parecer fue el de sus continuadores.
En realidad no son todos quienes se equivocan, hay excepciones; Udaondo (1), Piccirilli, Romay y Gianello (2), están en lo cierto. De las versiones más modernas, la explicación brindada por Madero (3) es perfecta, pero sus argumentos no fueron interpretados y distinto parecer fue el de sus continuadores.
Lamentablemente
las afirmaciones de estos últimos, hicieron que en el Pilar se tenga
una versión errónea sobre el verdadero Lorenzo López y se lo ha relacionado con
parientes de igual nombre, pasando a ser su figura ignorada y olvidada con el
transcurso del tiempo. Ni hablar de las consecuencias negativas producidas en
la faz educacional y cultural del partido, como también la de los funcionarios
y docentes, en conmemorar el aniversario del nacimiento y del fallecimiento del
prócer en fechas que no corresponden.
El
desconocimiento es tan evidente que en el año 1987, el ex concejal del Pilar
José Sánchez en base a esta información errónea, presenta un proyecto el
cual es aprobado por unanimidad por el resto de los ediles. En el considerando
de la futura ordenanza reconocen al verdadero Lorenzo López como "hijo del
pueblo" y en la resolución convocan a una sesión para el "26 de
octubre" de ese año, destinada a realizar un homenaje por el aniversario
de la muerte del prócer, cuando en realidad el mismo había fallecido un 23 de
julio.
De este
ciudadano ilustre se ha dicho: “nació en el mes de octubre de 1771 y fue
bautizado el día 21 de abril del año siguiente en la capilla de Nuestra Señora
del Pilar, siendo hijo de Ventura López Camelo y de Cayetana Ramírez".
“Casó con
Walda Rodríguez de cuyo matrimonio nacieron catorce hijos, siendo el menor de
ellos Lorenzo, el cual paso a la historia por la actuación que le cupo el 3 de
febrero de 1852 en la batalla de Caseros, donde al ser vencido Rosas, éste le
encomienda que con su caballo Victoria lleve y entregue en San Benito de
Palermo a su hija Manuelita, la gorra, el poncho y el sable, llegando a este
lugar en horas de la tarde, portando, además, la renuncia de Rosas a la
Legislatura".
Asimismo
estos autores exponen: "Lorenzo López vivió en el pueblo del Pilar
hasta el día 26 de octubre de 1853, fecha en que fallece y su cuerpo es
sepultado en el cementerio de la iglesia del Pilar el 28 del mismo mes"
(4).
Estas
aseveraciones no se ajustan a la realidad, corresponden a un personaje que no
es el auténtico protagonista y al mismo tiempo le adjudican la identidad de
otros homónimos, causando con ello más confusión. Pero no tendría sentido
reprobar lo afirmado si no explicamos y aclaramos cuales son los errores que
observamos en el texto encomillado de párrafos anteriores.
1ro.- El Lorenzo López bautizado
el 21 de abril de 1772, cuando tenía 7 meses de edad y cuya constancia se
encuentra registrada en la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, como bien se ha
dicho, fue hijo de don Ventura José López Camelo y de doña Cayetana Ramírez de
Velasco. (5) Este Lorenzo casó en tres oportunidades; su primer matrimonio fue
con Felipa Piñeiro, el segundo con Manuela Gómez y el tercero con Antonina
Márquez (6); procreando con las tres esposas nombradas un total de dieciséis
hijos (7). Además, este Lorenzo López, no tuvo participación alguna conocida en
lo civil, militar o política; su actividad se limitó a tareas rurales en la
chacra de su propiedad, permaneciendo toda su existencia en el Pilar,
donde lo sorprendió la muerte el 9 de febrero de 1828, siendo sepultado al día
siguiente en el camposanto de la parroquia (8).
2do.- Lorenzo Justiniano López
Camelo, sobrino carnal del nombrado anteriormente, fue bautizado el 7 de
septiembre de 1798, a los dos días de nacido (9) como hijo de don
Florencio Antonio López Camelo y de doña María Gregoria Hernández; desposó a
María Ubalda (no Walda como se dijo) Rodríguez (10) y Falleció el 26
de octubre de 1853, siendo enterrado dos días después en el cementerio de la
iglesia (11). Cabe agregar que uno de los hijos de esta unión conyugal, llevó
por nombres Fabio Lorenzo, nacido el 11 de mayo de 1841 y bautizado el 7 de
junio del mismo año (12), el cual al igual que su padre, por las edades,
debemos descartarlos de su presencia en las acciones de Perdriel y Caseros.
3ro.- En cuanto al Lorenzo López,
asistente de confianza de don Juan Manuel de Rosas, quien después de la batalla
de Caseros intercambiara sus prendas con las del Restaurador para que éste no
fuera reconocido, era natural de la localidad bonaerense de San Miguel del Monte,
e hijo de Gregorio López y de Gabina Galván. Su padre, Gregorio, tenía un
hermano llamado también Lorenzo López y eran pardos libres provenientes de la
provincia de Córdoba (13). En el pueblo de Monte esta familia llegó a
poseer un terreno de media legua cuadrada que comprendía parte del ejido, luego
permutado por otro en la costa del río Salado con el coronel Vicente González,
apodado "El Carancho de Monte", compadre de Rosas (14). Este
último, es bien sabido, fue propietario de campos y estancias en ese punto de
la campaña.
Hechas
estas aclaraciones y comprendiendo las dificultades que existen para
desarraigar el error cuando éste ha pasado a la categoría de dogma, expondremos
a continuación los aspectos más salientes de la vida y trayectoria del alcalde
y capitán don Lorenzo López Camelo, entre otros atributos. Así también, en
forma separada, hemos confeccionado la genealogía de los tres personajes que
llevan el mismo nombre y apellido, para demostrar su ascendencia y determinar
quién es quién en la cuestión.
BIOGRAFIA DEL AUTENTICO Y VERDADERO ALCALDE LORENZO LOPEZ CAMELO
Nació en Buenos
Aires el 17 de agosto de 1770, fecha inolvidable para los argentinos, pues
ochenta años después fallecería el Padre de la Patria general don José de San
Martín. El día 23 de agosto de ese año, Lorenzo fue bautizado en la iglesia
porteña de Nuestra Señora de Montserrat por el presbítero don Baltasar Arias,
actuando como padrinos don José Prado y doña Joaquina Ojeda (15) , siendo
confirmado un año después, el 25 de julio de 1771, por el Ilustrísimo Obispo de
Buenos Aires don Manuel Antonio de la Torre (16).
Fue hijo legítimo de don Juan de Santa Rosa López Camelo
y de doña Joaquina Eufemia Illescas. Lorenzo fue el menor de los seis hijos de
ese matrimonio, todos los cuales al morir sus padres, en 1773 y 1774 (17) quedaron
huérfanos de corta edad, y fueron criados por sus parientes don Miguel García
de Tagle y su esposa doña Cayetana Josefa San Román e Illescas (18),
progenitores éstos de los Doctores don Gregorio Antonio García de Tagle
(abogado-político) y de don Luis Antonio García de Tagle, Cura
Vicario de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar desde 1784 hasta 1805.
Es probable que luego de haber estudiado sus primeras letras en la
ciudad y siendo ya adolescente se radicara en el Pilar, atraído por su
primo el cura Tagle. Allí Lorenzo López se fue vinculando con las familias más
destacadas del lugar y zonas aledañas, iniciándose en las actividades rurales y
comenzando a consolidar una posición económica con los negocios de tierras y
ganados.
Hacía
1793 contrae su primer matrimonio con doña María Lucía de la Madrid (19), hija
legítima de don Manuel de la Madrid y de doña María Teresa Morales, vecinos del
reducido poblado formado alrededor de la parroquia de Nuestra Señora del Pilar
(20). De este connubio nace una hija llamada María Luisa, la cual es
bautizada a la edad de un año (21).
Lorenzo
López Camelo Illescas
Acrílico sobre madera. Germán Isla, julio 2005.
|
El 1º de enero de 1794 donó a Su Majestad, el
Rey de España un real como contribución a los gastos de la guerra contra
Francia (22) y el 8 de octubre de 1797 es uno de los firmantes de un petitorio
elevado al virrey, donde los vecinos moradores del partido del Pilar
solicitaban el traslado de la parroquia y el pueblo desde su anterior asentamiento al actual (23).
María Lucía de la Madrid fallece el 12 de marzo de 1803 (24) y Lorenzo López contrae segundas nupcias el 18 de diciembre de ese año (25), en la parroquia del Pilar, con su prima tercera doña María Antonia López Camelo y Ramírez de Velasco, hermana de su homónimo, del cual resultó ahora su cuñado, aportando a su nuevo matrimonio la suma de dos mil pesos en una pulpería (26).
Su condición de hacendado hace que participe
activamente con parientes y lugareños de viejo arraigo en la zona en
defensa de los intereses ganaderos, logrando alcanzar cierta injerencia y
reputación en el cuerpo comunal del Cabildo de la villa de Luján el cual, a instancia de la aprobación del Sr. Virrey Rafael de Sobremonte, en
fecha 16 de enero de 1806 lo designa "Alcalde de la Santa
Hermandad del Partido del Pilar", cargo equivalente al actual de
intendente (27).
Nombramiento de Lorenzo López como Alcalde de la Santa
Hermandad del Partido del Pilar |
Es así que, en ese año de 1806, transcurridas las primeras invasiones
inglesas demostró su patriotismo, figurando entre los pocos ciudadanos que
organizaron la resistencia contra los usurpadores. En esa ocasión pasó a la
Banda Oriental para alistar tropas con la cuales desembarcó en el puerto
de Las Conchas (hoy Tigre). Fue uno de los héroes de la batalla de Perdriel el
1º de agosto de 1806, salvando en esa contienda la vida de Pueyrredón {28).
El resultado desfavorable y los sucesos acaecidos en ese combate están
reflejados ampliamente en las páginas de nuestra historia.
Por el parte del resultado de la acción, elaborado por el mismo
Pueyrredón, nos enteramos de que en pleno fragor de la lucha una bala de cañón
destroza su caballo, cayendo al piso y quedando a merced de los ingleses que lo
rodean amenazantes. Cuando éstos creen ya cierta su presa, Lorenzo López
atropella cuanto encuentra a su paso llegando hasta su jefe, quien de un ágil
salto se sienta en la grupa y parten al galope para asombro de sus adversarios (29).
Sobre este acto de arrojo que constituyó un rasgo de abnegación y
heroísmo en la vida de nuestro prohombre, son varias las versiones acerca de
quien fue realmente el valiente jinete que rescató a Pueyrredón en la
emergencia. El historiador Hialmar Gammalson, que se ocupó del tema,
relato el momento crucial de la batalla de esta forma:
"Pueyrredón
con sólo cuarenta y cinco voluntarios de caballería se corrió por el flanco
derecho para copar la retaguardia y silenciar los cañones, penetrando
profundamente hasta donde se hallaba la reserva y los jefes ingleses, abatiendo
personalmente a un artillero […] En el entrevero consiguiente, a Don Juan
Martín le mataron el caballo con una bala rasa de cañón, quedando de pie y
rodeado por la oficialidad británica. […] En tal instante Lorenzo
López, perteneciente a una acaudalada familia de estancieros del Pilar, o su
sobrino Bernabé Márquez, o acaso Francisco de Horma, pues no hay certeza en el
nombre, advertido de lo que sucedía, atropelló al galope el ruedo de
soldados y oficiales enemigos, logrando romperlo y llegar a donde estaba su
jefe. Pueyrredón de un salto montó en ancas y ante el asombro de los ingleses,
que no atinaron ni a tirotearlos, dado lo instantáneo de la acción,
desaparecieron tras la loma…". (30).
Resulta por demás llamativa la incorporación de Bernabé Márquez en el suceso, al cual Pueyrredón no menciona, e inobjetable la participación de Lorenzo López en el hecho. Para que no queden dudas, nada mejor que remitirnos al texto de la certificación de los servicios prestados por Pueyrredón, expedido por el Cabildo en su Sala Capitular de Buenos Aires, el 25 de octubre de 1806:
"El Cabildo, justicia y regimiento de la ciudad de Buenos Aires, capital del virreinato del Río de la Plata, certifica que don Juan Martín de Pueyrredón, natural de esta ciudad, después de tomada la plaza por las armas británicas el día 27 de junio último, no dispensó gasto, fatiga, ni trabajo para preparar y disponer por su parte la reconquista: emprendió viaje a Montevideo, de donde regresó habiendo antes acordado con el señor gobernador de aquella plaza la reunión de gentes que debería haber en ésta para incorporarse con la que se allí viniese. Recorrió por sí estas campañas, convocó las milicias, junto voluntarios que lo siguieron pagando a aquellas de su peculio soldada diaria de cuatro reales, y pasando a estos ración abundante de todo lo necesario; con el auxilio de dos compañeros que se le agregaron a este fin. Llegado con la gente al caserío de Perdriel, distante cuatro o cinco leguas de esta ciudad, la noche del 31 de julio, sin haber tenido tiempo para coordinar la defensa de aquel puerto, fueron atacados a la mañana siguiente por un trozo de seiscientos setenta ingleses, con un famoso tren de artillería volante, y después de haber sostenido el fuego por espacio de una hora, se arrojó este valeroso patriota con unos pocos que le siguieron sobre el enemigo, logrando matarle algunos artilleros y quitarle un carro cubierto de municiones, que salvó por entre los fuegos de fusil y con inminente riesgo de su vida, la cual hubiere perdido sin duda por haberle muerto el caballo, si la generosa valentía de don Lorenzo López no lo hubiese libertado alzándolo a las ancas del suyo...". (31).
La
actuación militar de Lorenzo López y otros voluntarios en las múltiples
acciones por la reconquista de Buenos Aires fue destacada también en su momento
por el Cabildo porteño cuando al hacer referencia a este tema dejó constancia:
"Hizo
presente don Juan Martín de Pueyrredón la lista de los individuos que lo
acompañaron a reclutar gentes por la campaña para la reconquista, que se
hallaron en la acción de Perdriel, emprendieron viajes a la otra banda y concurrieron
al acto de la reconquista el día doce de agosto y son los siguientes: don
Manuel Andrés de Pinedo y Arroyo, don Diego Herrera, don Martín Rodríguez, don
Miguel Mejía Mármol, don Francisco Trelles, don Francisco Mariano de Horma, don
Mariano Renovales, don Cornelio Zelaya, don Mariano Pizarro, don Lucas Obes,
don Antonio José del Tejo, don Martín Rivero, don Pedro Mauricio Muñoz, don
José de Oyuela, don José Albandea, don Juan de la Cruz Brizuela, don
José Pueyrredón, don Juan Andrés Pueyrredón, donJuan Pablo Rodríguez, don José
Bernaldes, don Manuel Antonio Bas, don Diego Alvarez Baragaña, muerto en la
acción del doce de agosto, don Diego Belgrano; ídem, don Francisco Cabral;
ídem, y don Lorenzo López, cuyos individuos habiéndose sostenido a
su costa en todos los relacionados servicios, no han querido en obsequio a la
Patria recibir gratificación alguna. Y los S.S. con esta consideración y
advirtiendo ser la necesidad se haga alguna demostración de gratitud con tan
buenos Patricios y fieles vasallos, que no indicando interés les manifieste el
reconocimiento en que le está la Patria, por su heroicidad y patriotismo, y los
estimule al propio tiempo a no decaer de tan plausibles ideas; acordaron se
graben unas medallas de poco valor con las armas de la ciudad y se les
entreguen por distintivo de sus heroicas acciones, precediendo para todo el
permiso del Excelentísimo Señor Virrey, a quien deberá ocurrirse por oficio
para impetrarlo; con reserva de lo que corresponda en orden a los que murieron.
Con lo que se concluyó este acuerdo que firmaron dichos SS. De que doy fe.
Francisco Lezica, Anselmo Sáenz Valiente, Manuel Mansilla, José Santos
Incháurregui, Jerónimo Merino, Francisco AntonioHerrero, Manuel José de
Ocampo, Francisco Belgrano, Martín Gregorio Yáñiz, Licenciado don Justo José
Núñez - Escribano público y de Cabildo". (32).
Esta
condecoración conocida con el nombre de "Escudo de Perdriel",
les fue entregada en una ceremonia especial realizada en la sede del Cabildo el
23 de diciembre de 1806. Un cronista de aquella época que estuvo presente en el
acto registro en su diario:
"Por
la tarde hubo en el Cabildo repartimiento de medallas de oro con el gravamen de
las armas de esta M. N [Muy Noble] y M. L. [Muy Leal] ciudad de Buenos Aires,
con la inscripción del día de la reconquista. Se han repartido a los
sujetos que se han singularizado en ella y la llevan en el brazo izquierdo.
Parece que a recaído en ello toda la felicidad del nombre del buen guerrero y
aplaudido principalmente de la ciudad de Buenos Aires". (33).
Escudo
por la acción de Perdriel. De oro con las armas de la ciudad de Buenos Aires en
relieve y lema: V.o T.s R. C.o q.s Td.s de B.s A.s = (Voluntarios
Reconquistadores de Buenos Aires). 12 de agosto de 1806. Figura oblonga; peso:
media onza. A usarse en el brazo izquierdo; surmontado de una cinta en la que
está grabado a mano el lema. Ha servicio de modelo el grabado en la
empuñadura de los cabildantes o mas probablemente este al de aquel. Las naves
son vasos y el ancla y paloma del Espíritu Santo son iguales. Se acuñaron al
parecer 25 de plata y 5 de oro.
(Ref.: Reseña Histórica y Orgánica del Ejército Argentino, Círculo Militar, Buenos Aires, 1972, Tomo III, p. 229) y Boletín del Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades, Nº 8, pp. 29/38, Bs. As. 1960.
El 9 de
septiembre de 1806, el Cabildo de Buenos Aires lo designó "Administrador
del Abasto Público de Ganados del Corral de Santo Domingo", por
renuncia de Luciano Gaete. Este matadero funcionaba al sur de la ciudad en
terrenos pertenecientes a la orden del convento de Santo Domingo, el interés y
la honradez puesta de manifiesto por don Lorenzo López en su gestión, hizo que
en el término de un año se duplicaran las ganancias que el establecimiento
dejaba al fisco.(34).
Por tal motivo solicita un incremento en sus magros treinta pesos de sueldo, pedido que fundamenta en un extenso memorial y la forma en que administró los fondos provenientes del faenamiento de ganado. Atendiendo a su pedido el Síndico Procurador General resolvió favorablemente la elevación a cincuenta pesos, expresando entre otras consideraciones: "la pureza con que se ha manejado el administrador don Lorenzo López, desde que se hizo cargo de la comisión, esta bien patente del considerable aumento que ha recibido los propios en el ramo de su administración. El síndico está persuadido que desde el establecimiento de este ramo jamás rindió iguales productos con muy notable diferencia y aún está en el entender que ninguno de los otros corrales lo han rendido".
En idéntica forma se expidió el cabildo de Buenos Aires, quien en los
fundamentos de su resolución dejó constancia que la elevación del sueldo se
efectuó…:"en atención al considerable aumento que ha proporcionado a
este ramo su buena Administración y no poder atender a sus obligaciones
probadas con la asignación que tenía hasta aquí…" (35).
Si esta era la opinión de las autoridades de la capital virreinal, no
pensaban lo mismo los abastecedores de carne que vieron cercenadas sus
posibilidades de sobornar al inquebrantable don Lorenzo López. Así los vemos
solicitar al cabildo la separación del nuevo administrador tratando de
demostrar un comportamiento por parte de aquel, que más que afectarlo lo honra,
toda vez que entre los cargos formulados se hizo referencia a que: "se
maneja en el desempeño de su administración figurándose entre tener sobre
nosotros un ascendiente, por lo cual nos hayamos de ver obligados a tributarle
toda sumisión y acatamiento…". Y agregan: “en las ocasiones que
necesitamos su intervención y despacho para el ejercicio manifiesta genio
adusto, acre y tan majestuoso que aún no lo tendremos a uso con nuestros
esclavos…" (36).
Como vemos la honradez de López no era del agrado de los hasta entonces
aprovechados traficantes.
Con fecha 20 de junio de 1807, temiendo una nueva invasión inglesa a
Buenos Aires, ofreció al Cabildo un plan para la evacuación del ganado fuera
del alcance del enemigo y a un punto desde donde se aseguraría el
abastecimiento del ejército y de la ciudad. (37).
Su identificación con la causa criolla en los sucesos que culminaron el
25 de mayo de 1810, se desprende de la lectura de un cronista y actor de estos
episodios, cuando al mencionar las diversas reuniones secretas en las que se
complotaba contra las autoridades virreinales, dejó escrito: "Asistí
a otra, a cuatro millas de la ciudad que solía durar dos y tres días y que era
la más libre contra la autoridad, donde se reunían el coronel don Celestino
Vidal, coronel mayor don Manuel Pintos, coronel don José Millán, general don
Enrique Martínez, presbítero don Ignacio Grela, coronel don Vicente Dupuy,
coronel don Ambrosio de Pinedo, general don Domingo French, capitán don Diego
Saavedra, capitán don José Cipriano Pueyrredón y don Lorenzo López" (38).
Como bien dice el autor de la nota, esta reunión fue la que más
firmemente apoyó la idea de la independencia y el nucleamiento de los
partidarios de Pueyrredón.
El 18 de junio de 1810, el primer gobierno patrio lo propuso para
desempeñarse como jefe de la cuarta compañía del segundo batallón del
regimiento "La Estrella", que comandaba el general don Domingo
French. La intención no llegó a concretarse por no haberse integrado el
mencionado escuadrón. (39).
La Gaceta de Buenos Aires, en su edición del jueves 26 de julio de ese
año, publica en sus páginas las contribuciones recibidas para solventar la
expedición de unión de las provincias del interior, donando Lorenzo López en la
oportunidad, una onza de oro.(40).
Atendiendo sus méritos y servicios, el 14 de septiembre de 1810, la
Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata, le
confiere el cargo militar de "Capitán del Ejército". Firman el
despacho del nombramiento, el coronel don Cornelio de Saavedra, presbítero
doctor don Manuel Alberti, don Domingo Matheu, don Juan Larrea y el doctor don
Mariano Moreno. (41).
En 1811
fue candidato para integrar el Cabildo de Buenos Aires, no resultando electo en
esa oportunidad. (42).
Con motivo de la creación del célebre cuerpo de granaderos, su nombre volvió a ser noticia:
Despacho de Capitán |
Con motivo de la creación del célebre cuerpo de granaderos, su nombre volvió a ser noticia:
"El coronel del Regimiento de Granaderos a Caballo don José de San Martín, en oficio de 25 de octubre de 1813, dio cuenta al Supremo Gobierno del donativo de 50 caballos hecho por don Lorenzo López para el servicio del Estado en el predicho regimiento. Nada más justo que recomendar a la pública gratitud los distinguidos esfuerzos de los beneméritos ciudadanos: por esta consideración el Supremo Gobierno, después de dadas a tan digno Americano por conducto de aquel jefe las debidas gracias a nombre de la Patria, ha acordado se publique en la Gaceta Ministerial tan generosa donación." (43).
Vemos como la historia recoge respetuosamente el nombre y la recomendación, como ejemplos del exaltado culto a la patria de uno y de la moral y justicia del otro. Por otro testimonio nos enteramos de que con anterioridad a esta donación, había cedido cuatro equinos para el mismo fin (44) y dos años más tarde lo encontramos en un listado de vecinos del partido del Pilar, colaborando con otros dos caballos para el servicio de la patria.(45).
Su
única hija, doña María Luisa López Camelo, contrae enlace en 1813 con don José
Luciano Domínguez.
Una muestra espontánea de su generosidad se revela nuevamente en la
Gaceta del sábado 7 de diciembre de 1814, donde se hace una relación de los
sujetos que habían donado dinero en la villa de Concepción del Uruguay, destinado
a la biblioteca pública establecida en la capital de Buenos Aires (hoy
Biblioteca Nacional), contribuyendo Lorenzo López con la suma de 12 pesos. (46).
Años después, el mismo periódico, informaba a la población los aportes
recaudados por el director de la referida biblioteca, doctor don Luis José
Chorroarín, con motivo de haber iniciado una suscripción para la adquisición de
una colección de obras escogidas que se ofrecían en venta a precios de París.
Lorenzo López, señala el artículo de la Gaceta, donó 17 pesos. (47).
El 22 de mayo de 1815, con el objeto de auxiliar el apresto de la
escuadra naval al mando del entonces coronel don Guillermo Brown, el Cabildo de
Buenos Aires lanza una proclama al vecindario de la capital. De las
contribuciones voluntarias recibidas se obtiene de don Lorenzo López, 20 pesos
y 100 cabezas de ganado. (48).
Establecido nuevamente en la ciudad de Buenos Aires, donde fijaría
definitivamente su residencia, a fines de 1815 se produce el deceso de su
esposa, doña María Antonia López Camelo, de la cual por desavenencias
conyugales se hallaba separado. En el testamento del 5 de julio de 1815 ella
dejaba constancia: "que hace dos para tres años, su marido abandonó el
matrimonio y actualmente lo está litigando por la entrega de alimentos y otros
bienes." (49).
Al quedar viudo, el 28 de agosto de 1816, contrae enlace por tercera vez
con doña Tomasa Domínguez, hermana de su primer yerno e hija de Francisco
Domínguez y de Francisca Josefa Díaz. (50).
Sus méritos personales y su destacada actuación pública fueron
reconocidos por sus contemporáneos y así en varias oportunidades lo eligieron
para el ejercicio de cargos en los que siempre hizo gala de su honradez y celo
en el manejo de los fondos públicos.
En diciembre de 1817 figuró nuevamente en la lista de candidatos para
integrar el cabildo de la ciudad de Buenos Aires, no resultando electo. La
historia le reservaba el honor de formar parte de ese cuerpo capitular en una
de las épocas más difíciles de la vida Argentina y precisamente en
oportunidad en que esa institución, símbolo del federalismo, fue avasallada por
el centralismo que tantos males ocasionaron al país. (51).
La atención de sus intereses particulares, principalmente los ganaderos,
le obligaba esporádicamente efectuar incursiones a la provincia de Buenos
Aires. Para esos tiempos era uno de los hacendados más importante y adinerado
del sur de la campaña bonaerense. Poseía en propiedad las estancias "Las
Víboras", "Los Talas" y "Las dos Islas" (52),
esta última vendida en1822 a los hermanos Juan José y Nicolás de
Anchorena. (53).
Marcas del ganado de don Lorenzo López.
Pilar (2102).
Monsalvo y Dolores - Estancia Las Vivoras (5484) y (5485).
|
Después de la muerte de su yerno José Luciano Domínguez, administró la
estancia "Las Mulas", situada entre los ríos Salado y Samborombón.
(54) Por decreto del 14 de marzo de 1819, recibió del gobierno de la provincia
de Buenos Aires, 21 leguas cuadradas de tierras (56.700 hectáreas) en la localidad
de Mar Chiquita, partido de Coronel Vidal, para poblarlas hasta 1826 bajo el
sistema de enfiteusis. (55).
Fallecido
su cónyuge, doña María Luisa López Camelo vuelve a casarse el 16 de diciembre
de 1822 con don Juan Eugenio Villanueva, hijo del doctor don José Antonio
Villanueva y de doña María Bárbara Esquivel. Al igual que su padre, la
ceremonia de su nuevo matrimonio se realiza en la parroquia de Nuestra Señora
de Montserrat. (56).
A
mediados de 1819, estando al sur del río Salado, dona 50 reses y 16 caballos
para el ejército de observación en la provincia de Santa Fe. (57).
En
octubre de ese mismo año, es comisionado por el gobierno para hacerse cargo de
las existencias de Kakel Huincul (nombre de la laguna situada en la localidad
de Maipú, provincia de Buenos Aires, a unos 1.500 m. de la autovía 2 en el km.
265). En los considerandos de su designación se expresaba: "En su
consecuencia facultado por el Director Supremo del Estado para dictar cuantas
providencias conduzcan a la realidad de esta importante medida y convencido del
interés de que se halla usted animado por la prosperidad de nuestra campaña y
todas las demás cualidades que le adornan, he venido en nombrarle…"
(58).
Maqueta representación de la guardia de Kakel Huincul (Museo Maipú). |
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